Ni siquiera el empate del paraguayo Ronaldo Martínez a los 44 minutos del segundo tiempo para Platense enturbió el alivio que sintió la hinchada de Tigre con el último pitazo del árbitro Andrés Gariano. Después de un año a puro sufrimiento y de una campaña angustiante y deficitaria, finalmente el equipo de Victoria pudo ponerse a salvo y, con el 1 a 1 final asegurarse un año más de permanencia en Primera División.