En La Gioconda, una florería ubicada en la 6 de diciembre, en el norte de Quito, Manuel Muzo, quien es el dueño del negocio, comenta que si bien las ventas se triplican o duplican, los productos también se vuelven más caros para ellos, y eso hace que hayan algunas variedades que no se logren ofrecer a los clientes.