Con Armani como figura, con un poco de suerte en su gol, ampliamente superado en el segundo tiempo, River empató con Banfield y sigue mostrando flaquezas cada vez que sale del Monumental. El equipo de Falcioni, que jugó con mucha concentración y fue siempre al frente, mereció más que el 1-1. En el primer tiempo, un par de buenas atajadas de Armani, un tiro en el palo y otro en el travesaño, le dejaron a Banfield la idea de que había hecho más por el espectáculo, y por eso el 0-1 le dejó un gusto amargo. Y una fea sensación de injusticia.