El regreso de Rafael Nadal al circuito se frenó de manera abrupta: el escollo que significaba el australiano Alex De Miñaur, número 11 del mundo y cuarto favorito del torneo, en su segundo partido en Barcelona resultó insalvable para el español, que le opuso una dura batalla en el set inicial y poco pudo hacer en el segundo, cuando el oceánico se llevó seis juegos consecutivos para quedarse con el partido. El 14 veces campeón de Roland Garros se fue ovacionado pese a la derrota, ya que el público entendió que probablemente haya sido su último partido como profesional en este torneo.