En 1995, René Higuita se paró sobre sus manos, dobló las rodillas hacia adelante y dibujó una cola de escorpión para despejar un remate al arco. La jugada fue en un amistoso ante la selección de Inglaterra y nada más y nada menos que en el Estadio de Wembley. Aquel partido iba camino a quedar en un insignificante 0 a 0, pero terminó en los libros de historia del deporte, gracias a la pirueta de este arquero cafetero que recorrió el mundo y que, según el portal Footy-Boots, se trata de la mejor de la historia del fútbol, por encima de grandes momentos de Diego Maradona, Pelé, Johan Cruyff, Ronaldinho, Zinedine Zidane o Ronaldo Nazario.