La capital haitiana, Puerto Príncipe, seguía este domingo sumida en una ola de violencia desatada por las pandillas armadas, frente a lo cual Estados Unidos anunció la evacuación de parte del personal de su embajada y reforzó la seguridad. Hospitales bajo ataque, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas llevaron a la ciudad a una situación humanitaria cada vez más precaria. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ofreció para "arreglar" la crisis de inseguridad en Haití aunque no especificó de qué forma.