Menos de 72 horas después del ataque en represalia de Irán contra Israel, en el que se lanzaron más de 300 misiles y cohetes sin causar muertos; todavía no queda claro cómo responderá el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ya afronta una guerra sin un final previsto en la Franja de Gaza. Mientras todas los ojos miran a Irán, el Ejército israelí recrudeció este martes su ofensiva en el norte y centro de la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 33.800 palestinos en una guerra que ha forzado el desplazamiento de más del 82 % de la población y la ha dejado al borde de la hambruna. En nuevos ataques, al menos once personas fallecieron hoy, la mayoría niños, en un ataque con un dron israelí al campamento de refugiados de Al Maghazi, en la zona centro, dijo a EFE una fuente médica del hospital Mártires de al Aqsa, en Deir al Balah.