Unos 7.000 migrantes llegaron en pocos días a la isla de Lampedusa, el territorio italiano más cerca de África, escapando del hambre, la sequía, los conflictos. Todos ellos en barcazas precarias, super llenas de personas, organizadas como siempre por los traficantes de seres humanos que se hacen pagar cifras considerables para embarcarlos en puertos de Libia o Túnez.