Durante el debate se reprodujeron los argumentos ya escuchados en la sesión del martes. La novedad la llevó el diputado de Chunta Aragonista (CHA), Jorge Pueyo, quien estrenó el aragonés en el hemiciclo para denunciar la "represión" a la que históricamente fue sometida su lengua. En este caso, las palabras de Pueyo fueron transcriptas en castellano y emitidas por las pantallas instaladas en el hemiciclo. Por el PP intervino Borja Sémper, quien utilizó el euskera solo para dar los buenos días y justificó la enmienda presentada por su grupo asegurando que está basada en una "lógica elemental" que consiste en que quienes tienen una lengua común la utilizan para entenderse. Los diputados de Vox permanecieron afuera del recinto mientras se habló en otras lenguas pero ingresaron para escuchar a su vocera, Pepa Millán, quien denunció que esta reforma no busca "proteger la variedad lingüística", sino "atacar al español" para "contentar las exigencias de aquellos que quieren romper con la unidad y la convivencia".