Los legisladores se mantuvieron en sus bancas el viernes por la noche, pese a los insultos y acusaciones propinadas por el presidente Javier Milei. Pero uno de ellos, el diputado nacional Mario Manrique (Unión por la Patria) decidió darle la espalda. Lo hizo desde el momento en el que Milei volvió a negar la cifra de 30 mil desaparecidos. "Son cosas que no se pueden avalar y hay que mostrar el descontento. Me podía haber levantado e ido, pero decidí ponerme de espalda. Y no me equivoqué porque después siguió con agresiones permanentes, armó un espectáculo digno del Luna Park en la Cámara de representantes del pueblo", explicó Manrique. El diputado nacional es también secretario adjunto de SMATA. El sindicalismo fue uno de los actores elegidos por Milei para apuntar y alimentar su plan de desregulación total de la economía y propuso limitar los mandatos de los secretarios generales y veedores judiciales en las elecciones. "Es un mito urbano que un dirigente está más de 20 años en su sindicato porque aprieta a los trabajadores. Que ponga controles a las elecciones de los sindicatos, no hay ningún problema. El trabajador sabrá si el dirigente gestionó bien el gremio", confió Manrique. El sindicalista consideró que existen "10 o 20 dirigentes que hacen mal las cosas, pero también hay otros cientos que hacen bien las cosas; y eso no se dice". "Cada uno vende el producto que le conviene vender según la temperatura de la gente", señaló el secretario adjunto de SMATA sobre el rol de los medios de comunicación y puso como ejemplo a SMATA por ser el único gremio que cuenta con una norma ISO internacional contra la corrupción y el lavado de dinero. "Eso no sale en ningún lado", marcó en diálogo con Radio Con Vos.