La abogada Valeria Thus planteó la pregunta de si "la herramienta penal es la herramienta posible o no, legítima y deseable". Reflexionó sobre el estado de situación y sostuvo que "las políticas públicas contra los negacionismos implican la madre de las batallas”. “Se produjo un reingreso en el orden de lo visible de tópicos y expresiones de violencia de desprecio hacia determinados grupos y sectores sociales. Discursos en la esfera pública pronunciados por personas referentes del arco político y mediático que alientan el desprecio, la discriminación y la agresión hacia el otro. A esto se suma los discursos apologéticos de la dictadura por parte de candidatos presidenciales”, sostuvo. “Cuando se plantea la intervención legal y punitiva, es necesario pensarlo en clave de DDHH y como afecta esto a la libertad de expresión. La relación entre negacionismo y libertad de expresión es una relación difícil. No hay que negar este punto de partida porque tenemos que pensar políticas públicas que no tengan una complejidad de cara al sistema de protección de derechos humanos, tanto universal como interamericano”, dijo Thus y agregó: “Porque hablar de libertad de expresión y negacionismo es hablar del papel que va a asumir el Estado frente a los discursos que contradicen los valores democráticos”.