Nos apresuramos a dar una sentencia con una denuncia de violencia sexual

En las redacciones estamos al borde de un ataque de nervios, tratando de informar de la manera más fiel y cercana a la realidad en medio de la confusión, de las carreras y presiones de las redes sociales. Esta semana hubo dos errores complejos que resultaron incendiarios. En la primera, ante la gravedad de la denuncia de violencia sexual de una menor de edad en Popayán, nos apresuramos a dictar una sentencia. También nos pasamos de revoluciones con la indignación y titulamos "Policías sacaron de un parque a joven deportista, por pedido de ‘gente de bien’".