Boca volvió a reencontrarse con el triunfo -el primero en su estadio- en el torneo local, a pesar de que todavía no logra tener la convicción suficiente para convertirse en un candidato sólido. Las intenciones que muestra el equipo son alentadoras, pero le cuesta demostrar supremacía sobre sus rivales. El problema central transita por la generación de juego ofensivo. Bullaude y Zenón se repartieron esa función, y fue muy poco el tiempo que pudieron combinar con acierto.