"Las cárceles del país no son el cielo, son el infierno. Hay pocos ecuatorianos que estamos dispuestos a afrontar esos riesgos de la familia y propios", señaló Fausto Cobo, director encargado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (Snai).