Lucía Montenegro, la encargada de organizar oficialmente el acto en su carácter de legisladora porteña por la LLA. Al tomar la palabra, enarboló un curioso relato: "Soy hija de padre y madre guerreros de arte marcial, fui educada y formada en el código de honor del samurái. En ese contexto, aprendí a respetar al adversario", comenzó para luego asegurar que, por eso, cree que "la democracia impone respeto y honradez". Montenegro dijo estar "orgullosa" del acto y acusó a los demás legisladores y legisladoras de "negacionistas" por "invisibilizar la muerte de civiles inocentes". "Me supera tanta irracionalidad", cerró.