Hace dos años el presidente Nayib Bukele declaró una "guerra" a las pandillas en El Salvador, luego de una escalada de 87 homicidios en un fin de semana. Ahora el presidente proclama que su país es el más seguro del continente gracias a la ofensiva iniciada el 27 de marzo de 2022 al amparo de un régimen de excepción, pero sus críticos afirman que el costo es alto. Organizaciones no gubernamentales recibieron más de 6 mil denuncias de violaciones a los derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y registraron la muerte de más de 200 detenidos bajo custodia estatal.