El diputado nacional Máximo Kirchner se refirió con ironía al anuncio del Gobierno sobre el cambio de nombre que hará en el Centro Cultural Kirchner, bautizado en honor a su padre. Dijo que la medida es parte de los "fuegos de artificio" que lanza Javier Milei para distraer del impacto de su ajuste. “Si quiere, le puede poner Eduardo Eurnekian, pero que mande la comida a los comedores. No tengo problema, no me interesa. Que mande los insumos, que no le saquen los medicamentos a los jubilados y que le ponga, si quiere, Conan. Si le pone Conan y está contento... pero que lleguen las cosas para la gente”, dijo Kirchner en declaraciones radiales. “Me interesa muy poco. Le ponen Conan, Eurnekián... Todos contentos. Pero que se detenga en el modo cruel de aplicar estas políticas. Su impacto peor y más profundo lo vamos a ver en el futuro”, advirtió.