Originalmente el disco se iba a llamar Quince Cicatrices, dado que justamente son quince los años que el Quinteto Negro La Boca lleva activo. La idea era contabilizar cada año como una “marca musical”. Más luego, quedó llanamente Cicatrices y aquellas marcas musicales iniciales, mutaron en socioculturales. “Son sellos que nos siguen acompañando retóricamente como heridas que pueden volver a sangrar en cualquier momento y que están siempre ahí…hablando de un mundo sangrante”, determina Pablo Bernaba, fundador, director, cantor y bandoneonista. “Hablamos fundamentalmente de la historia argentina, dado que tenemos temas que hablan de los desaparecidos, de los genocidas, de la pandemia, de la cárcel, de las luchas sociales, de las guerras… y de una visión medio dark punk del mundo”.