"Soy huérfano. O casi huérfano. Decido entonces subirme a mi auto con una cámara y un amigo director que se ofrece a acompañarme. Encaro la ruta hacia Mar del Plata: voy a reencontrarme con Santiago después de ocho años de no verlo", recuerda Ziembrowski hijo. Luis casi siempre es convocado para hacer de villano en las películas. Lo alarma la posibilidad de expresar a través de la actuación un gen maligno que pueda despertarse y producir daño en quienes ama. A partir de recuerdos fragmentados, el actor se propone indagar en la memoria de su familia mientras se pregunta si tanto él como su padre no son meros simuladores. Si lo único auténtico, lo único posible en una vida, es la ficción o la fuga. Todo eso queda plasmado en El villano, notable ejercicio documental tan personal como no convencional, que dirigió junto a Gabriel Reches. "La grabación de esos días es un enfrentamiento entre un cuarentón insoportable (yo) que le reclama a un viejo desvalido un ejercicio de memoria de los hechos más traumáticos de la familia", explica Ziembrowski. El film se estrena este jueves 7 en el Gaumont y el 9 en el Malba.