La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a protagonizar un papelón internacional. En un reportaje aseguró que existe presencia de agentes terroristas iraníes en Bolivia y en el norte de Chile. Recibió una veloz desmentida de los gobiernos de ambos paises. La cancillería boliviana advirtió que está equivocada. El presidente de Chile, Gabriel Boric, remarcó que el país trasandino "no ampara ningún grupo terrorista". Bullrich tuvo que llamar a la ministra de Interior chilena, Carolina Tohá, para pedirle disculpas y asegurarle que no intentó generar "miedo o alarma en Chile". En cambio, con Bolivia no se comunicó.