Luego de los cacerolazos por la cultura, el exterior del Congreso continuó en función continuada en un nuevo miércoles que volvió a reunir a quienes protestan con ollas, tapas y ruidazos en contra de las reformas del gobierno libertario. “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta, quiere ajustar”, cantaban al caer la noche los primeros participantes. “Abajo el DNU y la Ley ómnibus”, decía otro cartel escrito con fibrón como suele ocurrir en las últimas semanas.