La amplia victoria del partido de ultraderecha PVV, del islamófobo y euroescéptico Geert Wilders, ha pillado por sorpresa a Países Bajos, que se enfrenta ahora a un rompecabezas para formar gobierno, dado que muchos partidos descartaron negociar con la extrema derecha, pero su número de escaños impide arrinconarla en la oposición.