Un agente de inteligencia argentino se infiltra en la comunidad judía de Buenos Aires en la década de los 80 bajo el nombre en clave de Iosi. Sin que él lo supiera, estaba allanando el camino para dos de los peores atentados terroristas de la historia de América Latina, los atentados con bomba contra la embajada de Israel en 1992 y contra el edificio de la AMIA en 1994. Años después, carcomido por la culpa, intenta llevar ante la justicia a los verdaderos autores intelectuales.