Aunque en el país centroamericano cada vez está más cerca la legalización del consumo recreativo del cannabis y sus derivados, varios colectivos de consumidores en ese país consideran que la nueva regulación tiene fallas porque mantiene la criminalización de los usuarios. Por su parte, el movimiento feminista lamenta que se haya retirado el enfoque de género para reparar el daño a las mujeres causado en la guerra contra las drogas. Mientras que expertos y opositores opinan que la nueva ley tampoco servirá para combatir al crimen organizado.