1986. Estalla el escándalo Irán-Contras La prensa norteamericana se hace eco de la noticia divulgada tres días antes en un diario de Líbano: el gobierno de Ronald Reagan le vendió armas de manera ilegal a Irán y con ese dinero financió a la contra, la guerrilla antisandinista de Nicaragua. La sociedad norteamericana se conmueve ante un escándalo sólo comparable a Watergate. El hecho de que la Casa Blanca tenga tratos ilegales con el país que secuestró en 1979 a sus diplomáticos para financiar a la contrainsurgencia en América Central puede costarle el cargo a Reagan, que dice desconocer todo. Un oficial del Ejército, Oliver North, queda en el centro: es quien gestionó los casi 50 millones de dólares de las armas a Irán. El gobierno republicano dice que el militar actuó solo y éste declara que cumplió órdenes. North fue condenado pero nunca fue a prisión.