Desde un Gran Rex explotado de militancia y dirigencia peronista, Sergio Massa envió un mensaje a la oposición que aún no definió su postura de cara al balotaje. A 10 días de la final contra Javier Milei, expuso sus "10 acuerdos para el futuro de la Argentina" y convocó a todas las fuerzas políticas que "creen en un desarrollo con inclusión" a trabajar unidos para "terminar con la grieta" y "reconstruir el autoestima de los argentinos". Haciendo hincapié en defender la industria nacional, la mejora del ingreso, el superávit fiscal, la coparticipación, la seguridad y la educación pública, Massa presentó su plan de gobierno y reforzó su premisa de construir, a partir del 10 diciembre, un gobierno de unidad nacional. "Todo aquel que sienta que la bandera lo llama, no importa de donde venga, que venga a construir la etapa que viene. El mayor cambio que se puede hacer es construir la unidad nacional y esa es tarea de todos nosotros", convocó, en un discurso que tuvo desde pedidos de disculpas a la sociedad hasta dardos directos contra el "negacionismo a los derechos humanos y el medio ambiente" de la alianza libertaria.