El 15 de septiembre, un bebé de un año de edad murió y otros tres niños se intoxicaron en una guardería tras estar expuestos a fentanilo. La gerente de la guardería y el dueño del edificio fueron detenidos luego de que la Policía encontrara una trampilla donde estaban almacenados varios tipos de drogas, justo al lado de los juegos infantiles.