Eran las 8:00 de la mañana del último viernes cuando tres trabajadores de la empresa Balaji trasladaban tres lingotes de oro, con un peso de 15 kilos, valorizados en US$ 1 millón, en una camioneta blindada. El recorrido fue interrumpido por dos supuestos policías de tránsito que aparentaron una simple intervención pero que segundos después se convirtió en un violento asalto a plena luz del día que ni siquiera una patrulla que se desplazaba por el lugar advirtió algo extraño.