México responde a la ley SB4 de Texas, declarándola profundamente inconstitucional y tomando medidas. La canciller Alicia Bárcena presentó un amicus curiae defendiendo los derechos humanos. Aunque un juez extendió previamente la suspensión de la SB4, surgió una confusión debido a que el martes por la mañana la Corte Suprema aprobó la aplicación de la ley por unas horas hasta que el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito volvió a suspenderla. El presidente López Obrador expresó su rechazo hacia la ley SB4 y se niega a aceptar migrantes deportados.