El presidente Donald Trump ha tomado la decisión de aprobar la construcción de un escudo antimisiles como el que tiene Israel desde el 2011. El mandatario estadounidense confirmó su interés por implementar este tipo de defensa en el país, ya que, según el fabricante, su tasa de asertividad es del 90%, teniendo como falla el hecho de que los escombros de los misiles y proyectiles pueden caer en zonas habitadas.