La posible aceptación de un avión de 400 millones de dólares por parte de Donald Trump como regalo de Qatar ha desatado una ola de cuestionamientos legales, éticos y de seguridad nacional; generando preocupaciones incluso entre sus aliados republicanos, quienes advierten sobre posibles implicaciones de espionaje, uso indebido del bien y los límites que establece la Constitución en este tipo de obsequios.