Los civiles empezaron a ser evacuados el martes a cuentagotas de ciudades ucranianas bombardeadas, en un nuevo intento de instaurar corredores humanitarios para que las personas asediadas puedan ponerse a salvo, muchos en la UE donde hay una solidaridad unánime y rápida de los países del bloque, que contrasta con sus divisiones sobre la recepción de refugiados en 2015 y las divergencias por la cuestión migratoria.