Un devastador terremoto de magnitud 7.4 golpeó Taiwán, dejando al menos nueve muertos y más de 800 heridos. 121 personas quedaron atrapadas bajo los escombros, con 28 edificios colapsados y miles de hogares sin electricidad. Aunque se cancelaron las alertas de tsunami, el temblor generó numerosas réplicas, algunas de hasta magnitud 6 grados. Este terremoto es el más fuerte desde 1999, debido a su ubicación Taiwán se asienta en la confluencia de las placas filipina y eurasiática, lo que la hace especialmente vulnerable a los sismos. Se descartaron las alertas de tsunamis iniciales.