En marzo de 2020, con 46 años y enfrentándose a un virus nunca antes visto, el doctor Luis Bracamonte estuvo en la primera línea de atención de la pandemia en el Hospital Alberto Barton del Callao. Dos meses después se unió al personal del Hospital de Emergencia Ate, donde el último 10 de febrero, luego de despedir a varios colegas y pacientes, fue uno de los primeros en recibir una dosis de esperanza: la vacuna contra el COVID-19.