Hace dos semanas, prometiendo medidas de intervención inmediatas, el presidente Santiago Peña visitaba de sorpresa el Hospital de Itauguá y encargaba a sus ministros la tarea de aplicar urgentemente un plan de contingencia. Junto a su esposa, en un tono compungido, había publicado un video en sus redes sociales prometiendo revertir las precariedades de este centro asistencial de referencia. Esta era su promesa.