La Fiscalía de Ecuador identificó los cuerpos incinerados de cuatro niños desaparecidos el 8 de diciembre, hallados cerca de una base militar, y acusó a 16 militares de desaparición forzosa. Este caso ha desatado protestas y críticas a la estrategia de seguridad del presidente Daniel Noboa, mientras se investiga la participación militar en los hechos, inicialmente atribuidos por el ministro de Defensa a grupos delincuenciales.