La presencia de un lobo marino herido, varado por el oleaje que se vive en el litoral, tomó por sorpresas a los vecinos que residen cerca del balneario de Ancón cuando el animal trataba de ingresar a las viviendas. Ellos temían que esta especie marina podría hacerles daño o a sus mascotas por lo que pidieron ayuda a los agentes del Escuadrón Verde que patrullaban por la zona.