Leniz Escobar, alias "La Diablita", fue sentenciada a 50 años de prisión por su papel en el asesinato brutal de cuatro jóvenes en un parque de Nueva York en 2017. Con solo 17 años, Escobar atrajo a las víctimas bajo engaños, donde miembros de la pandilla MS-13 los emboscaron y asesinaron a machetazos. Solo uno de los cinco adolescentes logró escapar y testificar contra Escobar. El juicio reveló detalles escalofriantes, como que Escobar sonrió durante la masacre e incluso lamió la sangre de las víctimas.