Este viernes, Houston despertó con miles de hogares a oscuras, numerosos árboles y estructuras derribadas, cristales de rascacielos hechos añicos y escuelas cerradas, tras las intensas tormentas que golpearon el sureste de Texas el día anterior. El jefe de bomberos de Houston, Samuel Peña, informó a los medios que, según los primeros indicios, la caída de árboles provocó dos de las muertes, mientras que otra persona perdió la vida cuando una grúa fue tumbada por los vientos huracanados; aún no se dispone de información sobre la cuarta víctima.