Los incendios en California han dejado 11 muertos y más de 5.000 edificios destruidos, con cinco focos aún activos, incluido el devastador incendio de Pacific Palisades. Expertos culpan a la interferencia humana, la sequía extrema y los vientos de Santa Ana por la magnitud del desastre. Los bomberos luchan sin descanso, pero las llamas siguen fuera de control.