Con este juramento deja el cargo Sandra Quiñónez, quien sorteó cuatro intentos de juicio político gracias a la protección del cartismo y satélites afines. Quiñónez deja un “legado” de causas de gran relevancia que quedaron congeladas. Además, procesos vinculados a redes de lavado de dinero o que tuvieron en el centro a políticos cartistas nunca avanzaron.