Un ataque aéreo israelí en un campo de refugiados en Rafah, Gaza, dejó al menos 35 muertos y decenas de heridos, la mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo condenó el ataque, calificando lo ocurrido en Gaza como "el infierno en la Tierra" y solicitando un alto el fuego. Israel justificó el ataque afirmando haber eliminado a dos altos funcionarios de Hamás. Previamente, Hamas había lanzado cohetes contra Israel que fueron neutralizados sin víctima alguna. Pese a que la Corte Internacional de Justicia había ordenado previamente a Israel detener su ofensiva en Rafah, el ejército israelí continúa su campaña.