Las organizaciones defensoras de los derechos de los niños migrantes expresan preocupación por la directiva de la administración Trump que ordena a ICE rastrear y deportar a 600,000 niños no acompañados desde 2019. Las deportaciones han aumentado un 627% y ahora se enfocarán en menores considerados "riesgo de fuga". ICE ha clasificado a los niños en tres categorías y realizará operativos en cuatro fases. Defensores critican la falta de asesoría legal tras la cancelación de programas.