Al menos 11 personas perdieron la vida este fin de semana debido a los fuertes tornados y tormentas en Texas, Oklahoma y Arkansas. Las autoridades informaron que decenas de viviendas fueron destruidas y miles de personas quedaron sin electricidad. En el condado de Cooke, los meteorólogos alertaron sobre tornados de 65 km/h y tormentas eléctricas, causando daños en gasolineras y dejando más de 80 heridos.