Durante los últimos meses de las restricciones por coronavirus los Mossos d'Esquadra recibían, cada fin de semana, una denuncia de una casa rural destrozada. Como un goteo constante, durante los meses de primavera y verano de 2021, propietarios de este tipo de establecimientos de todo Catalunya se presentaban en las comisarías de la policía catalana para denunciar que una persona, algunas veces utilizando identidades que se han podido comprobar que eran falsas, les habían alquilado las masías, no habían pagado el alquiler y se los habían destrozado, con lo que todo parecía indicar una fiesta con decenas de personas.