A partir del 10 de mayo, alrededor de unos 1,500 soldados en servicio activo serán desplegados en la frontera, según confirmó el general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono. Este contingente brindará su apoyo al Departamento de Seguridad Nacional durante 90 días, en particular, a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza. No obstante, los militares serán relevados por otros miembros del ejército después de ese período.