De vez en cuando, puede resultar difícil controlar nuestras emociones, especialmente cuando estamos estresados o bajo presión. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para evitar decir o hacer algo de lo que luego nos arrepintamos. Una forma de hacerlo es intentar proyectarse en el futuro y pensar cómo reaccionaríamos ante una situación que nos afecta emocionalmente dentro de 5 o 10 años. Pensar en ello desde una perspectiva más amplia puede ayudarnos a tomar mejores decisiones en el momento. Otra forma de controlar las emociones es dedicar tiempo a analizarlas. ¿Por qué nos sentimos de esa manera? ¿Qué nos está provocando esa emoción? Una vez que entendamos la raíz de nuestra emoción, podemos empezar a encontrar formas de afrontarla de manera más saludable. La atención plena, o mindfulness, es una práctica que nos ayuda a centrarnos en el presente y a aceptar nuestras emociones sin juzgarlas. Practicarla te ayudara a regular tus emociones y reacciones.