Cerca de un millón de puertorriqueños viven en estados clave de EE. UU., y los insultos hacia Puerto Rico durante un mitin de Donald Trump en Nueva York podrían costarle votos importantes. Un comediante, previo al discurso de Trump, llamó a la isla “isla flotante de basura” lo que ha generado rechazo de la comunidad puertorriqueña y figuras latinas.