Dos extranjeros iniciaron en Paraguay, las gestiones para obtener la nacionalidad paraguaya. Para el efecto contrataron una asesoría jurídica. Todo iba bien encaminado y sin ninguna irregularidad, hasta que llegó el día en que los dos solicitantes, en este caso un sirio y otro un saudí en vez de asistir personalmente a rendir el examen de conocimientos sobre el Paraguay, se presentaron otros dos.