El anciano con alzheimer que cree que los aplausos de los balcones son para él

Hermann Schreiber es octogenario como su esposa, Teresa Domínguez. Los dos sufren alzheimer. Ella, gallega, dominaba el alemán, pero ya no. Ni siquiera habla. Él, oriundo del país germano, no recuerda apenas el español que tanto controlaba. Pero de lo que no se olvida es de tocar su inseparable armónica.